Ana mide 1.75 metros y pesa 62 kilos. La explicación para su brillante carrera es muy simple: está viviendo su sueño de competir en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y se ha llevado la medalla de plata, habiendo corrido por debajo de los 50 segundos en los 400 metros planos.
Primero probó con el basquetbol hasta que descubrió el atletismo, deporte en el que ha crecido en la pista como la mejor atleta de México.
Nueve años en el atletismo
Nueve años han pasado desde su primera carrera en una pista de atletismo, y los frutos de su determinación se cuentan por decenas. Impuso una marca mundial al correr 300 metros en 35.30 segundos.
Su rutina sigue igual que antes de los triunfos. Vive en los departamentos que el Comité Olímpico Mexicano tiene para los atletas al lado de la pista, un microcosmos cuyos árboles producen oxígeno y aíslan el campo de una de las más grandes arterias viales de la contaminada Ciudad de México.
Dos sesiones diarias de entrenamiento de dos horas y media durante las cuales U2 suena en sus audífonos en los momentos explosivos y Kenny G en los de calma, rodeada de atletas y periodistas, y con su entrenador Raúl Barreda midiendo sus movimientos segundo a segundo.
A sus 27 años, la mejor edad para una atleta de sus cualidades, con gran potencia y velocidad, sus grandes cualidades están siendo explotadas al máximo por su entrenador, el cubano Raúl Barreda, quien ha diseñado para la mexicana un plan de entrenamiento de ocho años.
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